La tipología de las prendas fue evolucionando con el tiempo: de las túnicas de herencia romana se pasó al uso del pantalón por influencia persa y, en el siglo XII, al uso del caftán, una túnica de origen persa. La aparición del estilo neogótico en las artes influyó en un retorno a formas medievales en el vestido: hombros caídos, mangas largas y ceñidas -tipo pagoda-, uso de telas pesadas. El equipo llega a esas fechas en un gran momento de forma a pesar de las numerosas lesiones de gravedad.