La imagen de ambos clubes se vio afectada además por la creación de los grupos ultras, algunos de los cuales se convirtieron en hooligans -anglicismo usado para referirse a seguidores de fútbol que en ocasiones provocan vandalismo y altercados-. La final se disputó el sábado 26 de junio de 1999 en el Estadio Olímpico de La Cartuja de Sevilla contra un Atlético de Madrid que hizo una mala temporada pero tuvo un camino más plácido en Copa.