La cantidad era a todas luces insuficiente, así que los jugadores que podían tuvieron que pagar su billete, y los que no podían fueron invitados por Manuel Rodríguez Arzuaga, camiseta real madrid que corrió con el resto de los gastos. También se alquiló otro pequeño predio en la cuadra de enfrente en el cual se instaló la casilla que haría de vestuario y baños.