El consiguiente enfado de la cúpula barcelonista hizo que intentaran vender su mitad de los derechos a la Juventus Football Club italiana, la cual se negó por no querer inmiscuirse en un fichaje al haber inhabilitado la FIFA a que el jugador militase en cualquier club español hasta que se resolviese el conflicto. 1955, fecha en que los derechos del jugador volverían a pertenecer en su totalidad al club argentino.